Silencio
Sábado 4 de enero de 2025
(En el silencio, el silencio me habla de la Vida
de la Vida en mí)
Hay algo… cuando podemos habitar en algo el silencio… algo que nos dice.
Pero no me refiero a un silencio forzado, un silencio que surja del intento de acallar el ruido, un silencio ruido.
No
No me refiero a ese silencio que viene de los intentos pseudo espirituales de los libros de autoayuda, de la traducción de lo oriental en occidente.
No
No me refiero a ese silencio culpa. Ese silencio exigencia. Ese silencio evita.
No
Me refiero más bien a un tipo de silencio que acontece, que sucede.
Y que sucede apenas, en gotas. En instantes.
En instantes de gotas.
Y que, de a poco, muy de a poco, va ganando espacio en nuestras vidas.
Es un silencio cuerpo
Un silencio mar
Un silencio bosque
Silencio cielo
Silencio lluvia
Un silencio que surge lento y blando a partir de sanar, de sanarnos.
Un silencio que emerge a medida que las interferencias se van borroneando, se van diluyendo, disolviendo.
Nunca del todo. Nunca para siempre.
Como una niebla que se disipa lenta y que, a medida que se va, nos deja ver lo que siempre estaba y que no veíamos.
Y es allí, en estas gotas de silencio, donde acontece sin estruendo eso que llamamos "presente" y que no tiene tiempo y que es todo.
El presente y la Vida.
La Vida que contiene nuestra vida, tan pequeña, tan humanamente pequeña. Tan pequeñamente humana. Y en ella, nosotros.
La Vida
La vida
Nosotros
Y el silencio. Como un espacio sin bordes que todo lo envuelve.