De culpables e inocentes... o del amor
Sábado 15 de marzo de 2025
Sí, claro, el culpable.
¿Quién es el culpable? ¿Quién es el inocente? ¿Quién es la víctima?
O, mejor aún ¿cuándo somos culpables y cuando inocentes? ¿Y cuándo víctimas?
El otro tiene la culpa de lo que me ocurre. O quizá yo, yo tengo la culpa.
Las mil maneras de culpar y culparnos. Las mil maneras de sentirnos víctimas. Y victimarios.
Hasta que un día, después de caminar y cuánto, nos vamos dando cuenta (quizá nunca del todo, pero un poco ya es mucho) de que culpable e inocente son categorías que tienen que ver con la ley; pero que no aplican para los vínculos. Y mucho menos aún para los vínculos de amor
que en los vínculos de amor ganar es perder
porque ganar es ganar yo
y, en el mismo momento, perder el vínculo.
Que siempre hacemos lo mejor que podemos. Y que lo hacemos juntos.
(Pero claro, eso no quiere decir que digamos que sí a todo.
Es que es tan difícil. Estamos tan acostumbrados a las conclusiones instantáneas y a los dos polos. Estamos tan acostumbrados al 2 D
y la adultez no es 2 D
es 3 D
o 10 D
o 1000 D
pero es siempre compleja)
No hay buenos y malos. No hay culpables y víctimas. No hay santos y pecadores.
No hay héroes y villanos.
Sólo somos personas
personas que queremos acercarnos y en ese querer acercarnos nos alejamos
heridos como estamos
y anhelantes de amor como somos